FELIPE AGUIRRE FRANCO: ARZOBISPO DE ACAPULCO (2000-2010)

FELIPE AGUIRRE FRANCO: ARZOBISPO DE ACAPULCO (2000-2010) .
Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas.

Monseñor Felipe Aguirre Franco tenía 28 años de vivir en la Tuxtla de sus amores: dos años como Presbítero, 26 como Obispo, y de esos 26, 14 como Obispo Auxiliar y a la vez Párroco de San Marcos en Tuxtla Gutiérrez, así que junto con los dos años de Presbítero, fueron 16 años de Párroco en San Marcos, 12 años como Segundo Obispo; cuando el Santo Padre Juan Pablo II lo nombra Arzobispo Coadjutor de Acapulco, un 30 de Junio del Año Santo 2000.
Todavía permanecerá un año de Administrador Apostólico, ya siendo nombrado Arzobispo Coadjutor de Acapulco, hasta el 4 de septiembre del año 2001 en que entrega formalmente la Diócesis al nuevo Obispo actual de Tuxtla Gutiérrez, tercer José Luis Chávez Botello.

El 30 de junio del año 2000 cuando se publicó la noticia, se dirigía a la Parroquia de San Juan Bautista, en Jitotol, para la Ordenación Presbiteral de Margarito Hernández, tzotzil, cuando le llama por teléfono el Cardenal Arzobispo de Guadalajara Monseñor Juan Sandoval Iñiguez para felicitarlo.
Recordó las palabras de Cristo a Pedro, que después de la profesión de amor, le dijo: “cuando seas viejo, cuando tú ya seas grande otro te ceñirá – o, sea te va a ceñir la túnica- e irás a donde a ti no te guste”…
En su nuevo escudo intenta plasmar los retos que se le presentaban en esta nueva responsabilidad: La Virgen María que es la Estrella. La Barca que dice “duc in altum” (rema mar adentro). Hay que seguir evangelizando en estas tierras litorales del mar del Pacífico; remar mar adentro para la captura de los peces. Así como también seguir sembrando – evangelizando aquí se presenta con el símbolo de un coco que tiene una palmita despuntando que ya viene esperanzadora brotando la primera ramita de una palmita que viene brotando de un coco y ese coco dice: “cuanto gozo saber que Dios nos ha llamado a crecer entre tus manos”. Un coco le fue entregado como símbolo, a su llegada al Puerto, y depositado ese coco en los atrios del Seminario para que sea como una palmera plantada en los atrios del Señor que crece como los cedros del Líbano. También está el mapa de la parte del Estado de Guerrero que corresponde a la Arquidiócesis de Acapulco, con unas huellas y el báculo caminando. Tiene el mismo lema: EVANGELIZAR. Y la cruz y la corona de Cristo Rey porque desde la Catedral de Cristo Rey que es uno de los sueños y una de las encomiendas, seguiremos llevando a cabo esta acción pastoral mientras el Señor lo quiera aquí en tierras acapulqueñas de la perla del Pacífico.

¿Cómo encontró la Arquidiócesis de Acapulco? Desde luego que no conocía a Acapulco, solamente conocía lo que veía por las películas y algunas canciones que había oído por ahí de ‘María Bonita’, de Juan Gabriel la decepción que tuvo en Acapulco y algunas más y la canción de los Caminos del Sur; por eso cuando llega, era apenas por primera vez; sólo la había divisado desde el avión, la bahía y las casas de Acapulco. Esa vez llegaba triunfal, a tomar posesión como Coadjutor, y como Guadalupe “muy de mañana”, acompañado del Cardenal Arzobispo de Guadalajara Monseñor Juan Sandoval Íñiguez; del Obispo Auxiliar Benjamín Castillo; fue recibido en el Aeropuerto Internacional Juan N. Alvarez, por el Arzobispo de Acapulco Monseñor Rafael Bello Ruiz y una comitiva de recepción, entre ellos, el Obispo de Lázaro Cárdenas, Michoacán Monseñor Salvador Flores Huerta. Al llegar, lo primero que hace es besar la tierra, conforme a la costumbre introducida por el Papa Juan Pablo II.

Su llegada a Acapulco resultó apoteósica: Hubo una recepción en el aeropuerto, una entrevista con los Medios de Comunicación y durante el recorrido hasta la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad, en el zócalo, las distintas Parroquias lo fueron recibiendo con expresiones de júbilo, a todo lo largo de la Avenida Costera Miguel Alemán.

Como sacado del relato de Ricardo Garibay, el Acapulco “microuniverso para siempre inolvidable” lo recibe: Recuerda que, al Padre José Benigno García Alvarado, y la comunidad del Barrio de la Fábrica, les tocó apostarse para recibirlo en el frente de una conocida discoteca a la altura del Fraccionamiento Costa Azul, la pancarta que portaban decía: “Sr. Arzobispo esta es tu nueva casa, seas bienvenido”, con una frase bíblica: “deja tu casa y tu parentela, y vete a la tierra que yo te mostraré”, del Génesis, las palabras de Dios a Abraham; pero, colocados de tal manera, justo encima de la misma manta, se alcanzaba a leer el anuncio de la discoteca “Baby O”, en inglés: “Girls of night welcome you” (Las chicas de la noche te esperan)… Garibay dixit: “Viviré desde hoy a la orilla de un mar su colmena, que irán conmigo acá y allá, prodigiosos”…

Momento significativo fue la estación en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en el Fraccionamiento Costa Azul, pues en ese lugar la recepción le tocó a los jóvenes, sobre todo de los colegios, pues en ese lugar se localiza el Seminario del Buen Pastor de Acapulco. Allí le entregaron ese coquito con el mensaje escrito: “Dios ha querido vernos crecer entre tus manos”… que significa la siembra de la evangelización en Acapulco y que cuatro días después, enterró ese coco en el Seminario.

La ceremonia de Toma de Posesión como Coadjutor tuvo lugar en la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad. Alrededor de quince autobuses lo acompañaron desde Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Lo acompañaron de: Guadalajara, de La Barca, de La Chona. Misa presidida por el Nuncio Apostólico en México Monseñor Leonardo Sandri. Recepción en el Hotel Presidente con la presencia del Gobernador del Estado René Juárez Cisneros, y el Presidente Municipal Zeferino Torreblanca Galindo.
Las encomiendas, recibidas de manos del Arzobispo Monseñor Rafael Bello Ruiz, fueron: el Seminario, el Plan Diocesano de Pastoral, la Causa de Canonización del Siervo de Dios Monseñor José Pilar Quezada Valdés –Primer Obispo de Acapulco-, y la construcción de la nueva Catedral de Cristo Rey, en el Fraccionamiento Magallanes.

Desde entonces inaugura una fuerte y decidida presencia en los Medios de Comunicación, centrada en torno a la rueda de prensa dominical en los anexos de Catedral. Proyección en cuestiones políticas, iluminando con el Evangelio esas realidades, tan necesitadas de redención.